Todo lo que está en el universo vibra
Toda manifestación (la materia, el sonido, el pensamiento...) está vibrando
en una determinada frecuencia.
A partir de cierta frecuencia, las vibraciones
se hacen audibles para nuestro oído humano,
y las reconocemos como sonido.
Nuestro cuerpo -el plano tangible de nosotros mismos-
también es vibración.
Nuestras células, órganos, músculos y huesos
están compuestos por moléculas y átomos
que vibran en diferentes frecuencias de sonido.
Una de las formas de entrar en esta red vibracional
que subyace toda materia,
es a través del sonido.
Éste tiene la cualidad de organizar la energía,
invitando a su entorno a resonar con él.
es a través del sonido.
Éste tiene la cualidad de organizar la energía,
invitando a su entorno a resonar con él.